AQUI1 AQUI1AQUI1AQUI1AQUI1AQUI1AQUI1AQUI1AQUI1AQUI1AQUI1 AQUI1
Y es que la palabra amar está infravalorada.

Publicidad

miércoles, 6 de abril de 2011

Un paso, dos pasos...


Un paso. Dos pasos. Tres pasos. Cuatro pasos y he llegado al fin. O lo que es lo mismo: nacer, crecer, reproducirse y morir. Pero para mi, hay algo más importante. Vivir. Y este último me parece de lo más... ¿Cómo puedo describirlo? Creo que necesito la experiencia de haber vivido los años que me quedan por delante, aunque solo he podido completar un parte de ella. Dieciséis años exactamente y la mitad no los recuerdo.
La vida me ha dado muchas cosas. Me ha dado amor, amistades, sueños, madrugones, emociones, sentimientos, dolores de cabeza, odio, problemas, injusticias... Pero es mi vida, igual que la tuya es la tuya.
Nos quejamos demasiado y la mayoría de veces no tenemos un porqué lo bastante nítido.
Supongo que cuando nos quejamos es porque hay un cúmulo de cosas que nos impiden cumplir nuestros propósitos, nuestros sueños.
Pero luego pienso y digo: lo tengo todo. Todo lo que podría tener, todo lo que me es necesario, lo tengo. ¿Entonces?
Te diré, hay gente que no tiene nada, y ellos si que tienen el derecho de enfadarse, de quejarse, y por una vez de patalear como un niño pequeño.
He aprendido que puedes hacer todo lo que quieras, podrás viajar por lugares inhóspitos, podrás pensar que eres el mejor, podrás creer que vas a conseguir todos tus propósitos, pero te contaré un secreto, es tu propia vida la que hace que todo eso se cumpla. Es como tu te la planteas, es como la imaginas, como la narras palabra por palabra, como consigues imaginar tu futuro y perfeccionar el presente, es olvidar el pasado, para que todo aquello que hiciste mal o que no te gustó como actuaste cambie de ahora en adelante. Es tu vida, nada ni nadie va a hacer que puedas cambiarla, nadie te va a decir lo bien o mal que pueden estar tus actos, porque ellos ya tienen bastante con los suyos.

Tú la creas paso a paso, salto a salto, caída a caída.
Si alguna vez caes, no te preocupes el suelo no está lo suficiente duro para aquel que tiene esperanza, para aquel que quiere soñar, imaginar... Para aquel que quiere vivir, si, la vida le ha dado una oportunidad. Y porque rendirse, es de cobardes.


Escrito por Raquel Olmo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿No te convence lo que encuentras o quieres ampliar? Busca en la Web